el otro día fui a un teatro. fui sola. apenas estaba entrando a la sala para esperar que comience la obra, lo vi. lo miré fijo. él no me corrió la mirada. le dije que lo conocía pero que no sabía de dónde. me dijo que esas cosas pasan. me senté en la escalera porque no había otro lugar para sentarse. me puse a leer. me preguntó qué estaba leyendo. le mostré la portada del libro. le gustó y con su charla impidió que continuara con mi lectura. me gustaba escucharlo. no quería mentirle. él no me escuchaba tanto a mí porque en realidad disfrutaba más de seducirme. eso me divertía. me gusta ser la que calla y no miente. dieron sala.
cuando salí ahí estaba, en la vereda. le digo chau mientras me alejo. me dice chau.
a veces pienso en él. sin prisa, sé que voy a encontrarlo.