El experimento viene frenado, amigos, porque realmente estoy a mil revoluciones por segundo. Y viene frenado porque de las historias anteriores, los resultados son como preveíamos (chotos, sí). Quizá uno de estos días me encuentre con L. La propuesta está, pero no sé si vaya a servir de algo. Lo cierto es que si bien extraño esa cuota de novedad, hoy estoy mucho más tranquila. No espero, y, señores, qué bien se siente uno cuando no espera. Porque uno lo sabe, sí. Pero creo que se olvida de qué bien se siente el cuerpo cuando no está ansioso porque suene el teléfono.
Quiero hablar del enamoramiento.
(Ante todo, voy a ponerle un significado para que se orienten cuando hable de “estar enamorado”. Enamoramiento: etapa de un romance que pudiera o no devenir en amor. NO TIENE RELACIÓN CON EL AMOR, SINO CON EL DESEO DE AMAR. ¿´stamo claro?)
Gente, yo la paso reee maaal cuando me enamoro. Y si bien quiero convencerme de que es normaaaaaal, que las reeesiiiissstencias, que las mareeeposas en la paaaanza, que te ponees asseee porque te gussssstaaaaaaa y AY!!!!!! ¿me gusta pasarla mal? ¿¿soy pelotuda??. No, muchachos, ¡me niego! No soy TAN pelotuda. A ver: me la juego, eh. Si me tengo que bancar ese momento me la banco porque en el fondo algo me dice seguí seguí seguí y allá me vieron. Pero, ¿por qué decir después, contarle a los niños, que no hay nada más lindo que estar enamorado?
ES MENTIRA, MIERRRRDA. No generalicen, porque yo soy de las que la pasa mal.
Niños, aquí mi versión:
Chicha conoció a Pedrito. Le gustó Pedrito pero no sabía si ella le había gustado a Pedrito también. Entonces se dijo:
-¡voy a averiguarlo!
Cuando se adentró a la aventura, empezó a cuestionarse su valor dentro de su contexto social, y entonces muy imperceptiblemente la cagó y apareció Miedín.
-¡voy a averiguarlo!
Cuando se adentró a la aventura, empezó a cuestionarse su valor dentro de su contexto social, y entonces muy imperceptiblemente la cagó y apareció Miedín.
Miedín le dijo:
-¡Ojo!, no vayas a espantar otra vez a un futuro posible espacio donde depositar tu amor.
Y Chicha empezó a pensar y a pensar y a pensar cositas gracias al consejo de Miedín.
Entonces, cuando se encontró con Pedrito, se quedó muda y lo escuchó lo escuchó lo escuchó. Quería decirle muchas cosas, cosas simples como “me gustan mucho tus ojos cuando alzás la mirada” ó “mi cuerpo se alegra con tu olor”. Pero no, ella había pensado tanto que en un momento pensó lo peor: no sabía qué podría pensar él.
-¡tengo que averiguarlo!, repitió Chicha. Pero esta vez no hablaba de sensaciones, sino de pensamientos.
Escondidito en una palmera apareció riendo Miedín. Había cumplido su cometido: Chicha ya no dejaría nunca de pensar en la mirada de los otros.
Escondidito en una palmera apareció riendo Miedín. Había cumplido su cometido: Chicha ya no dejaría nunca de pensar en la mirada de los otros.
Y así, siguió viéndose con Pedrito hasta que
A: se establecieron como pareja.
B: dejaron de verse.
Como sea, los resultados son desfavorables en ambos casos.
Y si somos re copados y decimos que la opción A está buena, les aseguro que para llegar a eso, Chicha la pasó como el orto.
A: se establecieron como pareja.
B: dejaron de verse.
Como sea, los resultados son desfavorables en ambos casos.
Y si somos re copados y decimos que la opción A está buena, les aseguro que para llegar a eso, Chicha la pasó como el orto.
FIN.
Hoy una amiga me contó que su ex novio en vías de restablecimiento le dijo: “si no tenés tiempo, entonces no estés con nadie”. Chicos, de verdad: ¿realmente creen que se necesita tiempo?. Porque, pará, pregunto en serio: Yo no quiero dejar de hacer mis cosas. No prefiero nunca dejar mis cosas. Y no nos pongamos obvios, por favor: no me digan que me elijo a mí y bla bla bla… OBVIO QUE VOY A ELEGIRME A MÍ. Y yo quiero que él se elija a él, y que, pucha, mirá, ¡estamos en el mismo lugar porque nos copa!. ¿es muy loco?
Me aburrí de tanto yo por hoy.
Besos!